Está el ramaje suspendido. Brota con ira sobre la tierra. Todo tiene ese furor de nacer después de la lluvia. Tu eco a la distancia que no permite reconocerme. Soy la flor silvestre, la que calla entre matorrales para crecer libre. No le importa si se acerca a la espina o a la roca. Ella es luz desde la profundidad. Nacerá para que la persigan entre las cercas. Siempre móvil y fresca.
Las estaciones vienen y van.Todos tenemos un pétalo que recordar.Una flor que enamora, un color que se extiende, que multiplica la belleza pero que tarde o temprano perece en la realidad.Es sentir el aroma de la ausencia, la brevedad…
Quererte como las nubes a su paso o como la rotación de mí misma hacia la luna? Es la ceremonia del resplandor. Aún no entiendo porque hay formas tan triviales de mirarlas. Las sigo cuando miro a lo alto y entiendo entonces de qué trata la fe.
