Está el ramaje suspendido. Brota con ira sobre la tierra. Todo tiene ese furor de nacer después de la lluvia. Tu eco a la distancia que no permite reconocerme. Soy la flor silvestre, la que calla entre matorrales para crecer libre. No le importa si se acerca a la espina o a la roca. Ella es luz desde la profundidad. Nacerá para que la persigan entre las cercas. Siempre móvil y fresca.
Preciosas fotos. Las flores silvestres siempre son las que más llaman la atención pues nadie las ha sembrado y sin embargo crecen.
ResponderEliminarEs una gran metáfora de la vida.
Un abrazo.
Oski.
Hola Oski, gracias por pasar y por tus palabras. Un placer!!!
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